
Su rasgo primordial es la soledad que lo empuja al despecho, a la traición. Es en el juego de billar donde este hombre violento permite que su vida tome sentido, en esa íntima relación, casi amorosa, con el paño verde, habilita sus emociones. las figuras que forma el juego y sus planes delictivos trazan extrañas simetrías.
Roger Pla diseña una sólida recreación del mundo orillero de una Buenos Aires insomne y mágica, que envuelve a sus personajes en una brutal tristeza que no se detiene.